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¿Por qué elegir la saponificación en frío?

Producción de jabón

Descubra la saponificación en frío y sus beneficios

La saponificación del jabón en frío es un método tradicional y ancestral de elaboración de jabón. El jabón frío, también llamado SAF, tiene multitud de virtudes que los jabones industriales nunca podrán igualar.

Descubra nuestra guía sobre el arte de elaborar jabón artesanal, así como sus ventajas y beneficios para la salud: bienvenido al corazón de nuestra profesión como fabricante de cosméticos .

Saponificación en frío: ¿qué es?

¿Qué es la saponificación?

Saponificar significa "transformar en jabón". La saponificación es por tanto el término científico utilizado para describir la reacción química que permite la fabricación del jabón.

Esta reacción se crea mezclando una sustancia grasa (aceites vegetales, manteca de karité, grasas animales, etc.), agua y sosa cáustica. Esta soda juega un papel esencial ya que es la que desencadenará la transformación química de la solución en pasta de jabón y producirá la glicerina necesaria para hidratar la piel.

Una vez iniciada la reacción química, existen dos posibilidades para obtener el jabón final: saponificación en caliente o en frío.

Saponificación en caliente

Este es el método que se utiliza para el jabón de Marsella o los jabones industriales que encuentras en el supermercado. Calentado a una temperatura elevada (entre 80 y 100 grados), se acelera el mecanismo de saponificación, lo que permite obtener productos terminados rápidos y listos para usar, pero que han perdido en el camino algunas virtudes importantes de las sustancias grasas incorporadas en la receta.

Saponificación en frío

La saponificación en frío es una técnica ancestral que elegimos al elaborar nuestro primer jabón de aceite de oliva. Esta particular técnica de preparación de jabón es totalmente artesanal y se realiza a mano.

Se llama saponificación en frío porque, a diferencia de la saponificación en caliente, los ingredientes necesarios para hacer el jabón no se calientan y, por lo tanto, se mezclan en su estado natural y crudo.

El proceso es ciertamente más largo ya que se necesitarán en promedio de 4 a 6 semanas para obtener el jabón final, pero esto es lo que permite conservar todas las propiedades de las grasas utilizadas en la preparación y aprovechar al máximo los beneficios de la glicerina.

¿Cuáles son los beneficios de la saponificación en frío?

Un jabón 100% natural

Elaborado sin ningún tipo de conservantes, sino únicamente con aceites o mantecas vegetales puros, el jabón natural procesado en frío es un producto 100% natural. La preparación de esta receta no requiere ningún ingrediente químico ni perfumes sintéticos.

El jabón SAF también tiene la particularidad de liberar de forma natural los perfumes y olores de los aceites vegetales utilizados en su fabricación. Esto no impedirá que algunos fabricantes de jabón añadan unas gotas de aceites esenciales para perfumar aún más el jabón. Perfecto para todo tipo de piel, está especialmente indicado para la piel alérgica o sensible de los bebés.

La pureza de las materias primas

El hecho de que los aceites y mantequillas vegetales no se calienten a altas temperaturas durante el proceso de saponificación les permite conservar todos sus beneficios. El jabón es entonces un pequeño concentrado de toda la riqueza y propiedades nutritivas de cada ingrediente natural utilizado durante su diseño.

Tesoros insaponificables preservados

Como hemos visto, el encuentro de la sosa cáustica y las sustancias grasas durante la fabricación del jabón es el detonante de la saponificación. Sin embargo, los aceites vegetales y mantequillas utilizados contienen de forma natural nutrientes insaponificables que permanecen intactos si no se han calentado durante la saponificación.

Estos tesoros insaponificables permanecen así conservados durante un SAF y confieren a los jabones propiedades antioxidantes, protectoras, suavizantes y regenerativas únicas. Mucho más que simples jabones, se convierten en auténticos productos cosméticos de calidad .

Hidratante natural

Los jabones industriales elaborados en caliente generalmente resecan la piel porque han perdido su glicerina natural durante el proceso de fabricación. Los jabones procesados ​​en frío, por otro lado, retienen glicerina que es naturalmente hidratante y protege tu piel de las agresiones externas.

Un superengrasante nutritivo

Durante la saponificación en caliente, los fabricantes no dudan en añadir soda; Por el contrario, los fabricantes de jabón prefieren añadir grasa vegetal adicional. Los SAF también se denominan jabones superengrasados. Es este sobreengrasante, este pequeño extra, el que dará lugar a un jabón perfectamente equilibrado que no sólo nutrirá, sino que también protegerá tu piel.

Jabones para todo tipo de piel

Los jabones SAF se pueden personalizar según el gusto para obtener productos adecuados a todo tipo de piel y necesidades individuales. Así, jugando con el equilibrio y la asociación de los diferentes ingredientes, los jaboneros pueden añadir, durante una etapa de la fabricación del jabón, un aceite con virtudes particulares como lo hemos hecho con nuestras variaciones enriquecidas con aceite de laurel y aceite de borraja, para responder a todas las necesidades epidérmicas.

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Un jabón ecológico

Los SAF, a diferencia de los jabones industriales, son energéticamente eficientes porque no necesitan calentarse y sólo requieren una pequeña cantidad de agua. Además, no emiten ningún contaminante y se venden en envases respetuosos con el medio ambiente. 100% biodegradables , ¡los jabones SAF son tan buenos para nuestra piel como para nuestro planeta!

Un jabón económico

A diferencia de un gel de ducha líquido comercial con el que es difícil controlar la cantidad de jabón utilizado en la ducha, el jabón frío es económico: de hecho, un jabón de 100 g puede utilizarse para una media de 40 duchas.

Un producto 2 en 1, el jabón SAF es a la vez limpiador y humectante: ¡no necesitas necesariamente comprar un humectante adicional!

Un jabón antiséptico

Cuando se elabora con aceite de oliva, el jabón procesado en frío es naturalmente antibacteriano . No sólo se conserva durante mucho tiempo sin deteriorarse, sino que además es un buen desinfectante que reduce la proliferación de microorganismos nocivos.

Un jabón artesanal orgánico

Más que un producto lavante e hidratante, nuestro jabón frío es el resultado de un largo y minucioso trabajo artesanal . Cuando utilizas un jabón SAF, estás consumiendo un producto casero , elaborado localmente con amor y paciencia . Es un gesto que no es baladí y que transmite un mensaje importante para las generaciones futuras: ¡consumir menos, pero mejor!

Jabon como antes